El punto de vista
El narrador es el sujeto que, desde un punto de visto
concreto, cuenta los hechos de la historia, presenta a los personajes, los
sitúa en un espacio y tiempo determinados, observa los hechos que le rodean y
muestra su forma de pensar y su forma de comportarse. La manera de contarlo
todo es importante para la comprensión de la historia.
Entre los distintos tipos de narrador, señalamos los
siguientes:
Narrador en 1ª persona: Cuando quien cuenta lo hechos
participa en la historia que cuenta. Distinguimos dos clases:
Narrador-protagonista: La historia la narra el personaje
principal.
Narrador-personaje secundario: Narra la historia un
personaje secundario, que participa en la historia pero no es el protagonista.
Narrador en 2ª persona: Cuando el narrador cuenta los hechos
a un tú que a veces puede ser él mismo, de tal manera que se desdobla. Es una
técnica que aparece en la novela contemporánea.
Narrador en 3ª persona: Cuando quien cuenta la historia está
fuera de ella. Encontramos aquí, también, dos clases:
Narrador objetivo: El narrador es un mero testigo de los
hechos y se limita a narrar aquello que ve, sin poder entrar en el interior de
los personajes.
Narrador omnisciente: El narrador describe lo que los
personajes ven, sienten o piensan. Lo conoce todo sobre el personaje.
La acción
La acción está formada por todos los acontecimientos y
situaciones que componen una historia. Dichos acontecimientos se pueden
organizar en núcleos con cierta autonomía, llamados episodios.
El conjunto de acontecimientos y hechos de la historia se
denomina también argumento. La forma de organizar dichos acontecimientos se
denomina trama.
Los personajes
Los personajes son aquéllos que realizan las acciones que
relata el narrador.
Por su importancia en el desarrollo de dicha acción, los
personajes pueden ser principales o secundarios. Dentro de los principales se
encuentra el protagonista, que es el personaje más importante de todos. A su
oponente se le denomina antagonista.
La caracterización de los personajes se puede realizar de
diversas maneras:
Por caracterización directa: El narrador, el mismo personaje
u otro personaje, bien en bloque, bien gradualmente, describen directamente el
físico, el carácter o cualquier otro dato del personaje.
Por caracterización indirecta: El personaje va siendo
conocido por el lector mediante sus reacciones, su forma de hablar, sus
actuaciones, etc., sin que nadie lo describa.
La estructura
Los elementos de la narración se organizan para forma un
todo interrelacionado. De manera general, distinguiremos tres partes en una
narración:
Planteamiento: Es la parte inicial del relato donde se
proporciona la información necesaria para que se desencadene la acción
posterior.
Nudo: Es el momento de mayor complejidad de la historia y
donde se continúa lo iniciado en el planteamiento.
Desenlace: Es el episodio final en el que se resuelve o
finalizan los conflictos. A veces el final puede quedar abierto.
El tiempo
El tiempo es el elemento de la narración que tiene en cuenta
la duración, sucesión y ordenación en que se producen los distintos acontecimientos.
La duración del tiempo puede ser diverso: varios años, un
día, unas horas...:
El tiempo es largo cuando se presenta un período de tiempo
muy amplio, muchas veces de años.
El tiempo es corto cuando lo narrado ocupa pocas horas.
El orden temporal de los acontecimientos puede presentarse
de diversas maneras:
Desarrollo lineal: Los hechos se presentan con el orden
cronológico en que se produjeron.
In media res: La narración se inicia en un punto intermedio
de la historia y se van relatando hechos anteriores y posteriores.
Flash-back: La narración empieza por el final y retrocede al
pasado.
De acuerdo a la percepción que se tiene del tiempo, éste
será:
Tiempo objetivo: Es el tiempo que se puede medir por el
reloj: horas, días...
Tiempo subjetivo: Es la percepción que se tiene del paso del
tiempo; a veces, una hora se hace interminable.
En cuanto al ritmo de la historia, es decir, la relación
entre lo narrado y la forma de narrarlo, podemos hablar de:
Ritmo rápido: cuando los hechos o acontecimientos se suceden
con rapidez y abundancia.
Ritmo lento: cuando la narración se demora en descripciones
y reflexiones, de tal modo que los acontecimientos son escasos.